Revista Científica Ciencia y Tecnología. Vol 18 No 19, 2018 / págs. 42 - 51
emplearon la observación y el análisis documental clásico. Para el estudio
documental realizado como forma de obtención de los referentes documentales
necesarios para la realización de un estudio de tal envergadura se seleccionaron las
siguientes bases de datos: Google Académico, EBSCO, Redalyc, SciELO, DOAJ y el
Social Sciences Citation Index de la Web of Science. La técnica utilizada fue la
revisión bibliográfica.
Resultados y discusión
Dimensión cultural del desarrollo
En la actualidad existe un conjunto de acepciones para calificar el desarrollo, entre
los cuales se mencionan: autodesarrollo, desarrollo sostenible, desarrollo humano,
desarrollo integral, desarrollo local y desarrollo local comunitario. La noción de
cultura planteada desde el marxismo, la sitúa como toda producción material de los
seres humanos. Por lo tanto, ambas categorías, desarrollo y cultura, mantienen una
estrecha relación independientemente del interés contemporáneo depositado por
investigadores, gobiernos y organismos internacionales. Las investigaciones de
Cedeño, Cuétara y Cuétara (2016), García, et al. (2015), Troitiño (2015), Rodríguez
et al. (2016), Tarazona (2017) sostienen análisis de interés para la comprensión de
la dimensión cultural del desarrollo. La aparición de la cultura como objeto de
interés por parte de los especialistas en desarrollo, constituye un ejemplo de la
tardía comprensión de su capacidad de transformación en la realidad
socioeconómica. Una visión no occidentalizada de esta relación la aportan los
pueblos indígenas de Latinoamérica. El concepto de desarrollo se basa en una
filosofía holística, fundamentada en los valores de reciprocidad, solidaridad,
equilibrio y colectividad. Aspecto que sitúa a los seres humanos dentro de los
límites del mundo natural, con fuerte arraigo a la identidad, los derechos colectivos,
la seguridad y control de las tierras, los territorios y los recursos. La tradición se
evidencia como elemento relevante, el respeto por los antepasados, los sistemas
sociales, culturales, políticos y espirituales.
En los estudios sociológicos contemporáneos, las concepciones sobre el papel de la
cultura en el desarrollo adquieren dimensiones estratégicas, pues sus contenidos se
relacionan con problemáticas situadas en el centro de la discusión actual en este
campo del conocimiento. Lo cultural es subestimado a partir de asociaciones
univocas con el arte, la creación o expresión espiritual. Lo anterior desvincula la
producción material de los procesos económicos, políticos y sociales. En ese
sentido, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas proporciona una base legal y conceptual para afirmar sus derechos y
definir sus aspiraciones con los Estados y las empresas en lo que se refiere al
desarrollo con cultura e identidad (ONU, 2007).
Otras visiones alternativas al pensamiento hegemónico que marcan una tendencia a
repensar el desarrollo desde perspectivas culturales la abordan autores como Hidalgo
(2011). Actualmente los indicadores del desarrollo se basan en la lógica del
mercado y sus consecuencias proponen una sociedad cada vez más fragmentada. El
informe de desarrollo humano (PNUD, 2016) arroja datos favorables para un
análisis que cualifique la dimensión cultural en este proceso. Se toman en cuenta
elementos como pluralismo, cohesión social, diálogo cultural, seguridad jurídica y
satisfacción de necesidades humanas básicas (libertad, creación, ocio, afecto y
protección). Por tanto, se asume que la dimensión cultural contempla rasgos
espirituales y materiales que caracterizan a una localidad y abarca las artes, las
letras, las ciencias, las instituciones, los modos de vida, las maneras de vivir juntos,
los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.
&
Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
No. 19, 31 de julio de 2018