Vera, Valle, Castro. La universidad; del paradigma gnoseológico a la episteme
bien, los cambios no solo tienen que evidenciarse en la forma de hacer las cosas, o
en la renovación de una estructura orgánica funcional, que puede ser habilitada
para estos tiempos.
Los cambios que exige la ciencia es la transformación paradigmática, y
epistemológica del saber, del ser y del hacer, esto es una migración del paradigma
gnoseológico, Juan Carlos González define de la siguiente manera: “Es la ciencia
que se encarga de estudiar el conocimiento, que puede adquirir el ser humano de
manera general” (González, 2000). El conocimiento es y ha sido uno de los grandes
problemas que ha tensionado a la humanidad. Con el surgimiento de la ciencia, se
cuestiona los principios sobre los cuales se organiza la comprensión y entendimiento
de la sociedad. En consecuencia, el conocimiento deja de ser un absoluto, para
convertirse en diverso, plural y relativo.
Al referirse a la transición que debe necesariamente pasar la universidad, es
menester recalcar lo que expresa Heinz Sonntang citado por Iván Hurtado León en
su libro “Crisis de las Ciencias sociales”, expresa: Las ciencias en América Latina
deben repensarse en sí mismas, en su fundamentación epistemológica, en su modo
de conceptualización, en su forma de construcción teórica y en su manera de
aproximarse a la realidad. No deben volver a esquemas y corrientes anteriores
como el estructural, funcionalismo, el neoclasicismo, el positivismo, etc.
Las Ciencias Sociales en América Latina deben renovarse no solo pensando en
nuevos temas, sino resinificándolos (Hurtado, 2007: 14). Sin embargo, lo
Gnoseológico no es suficiente en tiempos de cambio y de renovación académica.
Para fundamentar la ciencia y la investigación se debe apropiar de un paradigma
epistemológico, esto es, la episteme, el mismo que puede ser denominada: la ciencia
que estudia la naturaleza del conocimiento científico, este, estudia los problemas
relacionados con el conocimiento propiamente científico, de la realidad. En todo
caso se debe volver a la ciencia, por la ciencia y para la ciencia.
Desde esta perspectiva, América Latina, en este caso, la universidad en el Ecuador,
particularmente la Universidad Estatal Península de Santa Elena evidencia un
pensamiento fresco y renovador para aproximarse al trabajo con la comunidad, que
nace en la adopción del nuevo marco institucional.
En este sentido la vinculación con la colectividad tiene un protagonismo real ya que,
se interrelaciona con las instituciones, organizaciones, empresas públicas, privadas,
y con estamentos de la ciudadanía en general. Entre los retos, está la conformación
de redes para el trabajo cooperativo que apunten a generar espacios de reflexión –
acción. Es necesario que se incluya en la toma de decisiones al docente.
El Reglamento al Régimen Académico (CES, 2013) le da un protagonismo a proceso
de formación académica y esto depende mucho de la docencia, de la integración de
la malla curricular al proceso productivo, de integrar las asignaturas a la vinculación
con la comunidad, servicio comunitario, y crecer progresivamente de la investigación
formativa, lo que se denomina investigación acción, a la investigación científica.
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Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
No. 19, 31 de julio de 2018