Queratitis micótica, a propósito de un caso
Mycoctic queratitis, on a case project
MSc, Luis Camacho Jiménez
1
luiscamachoare15@yahoo.es
MSc, María Chico Suárez
2
mariachico@gmail.com
PHD, Ignacio Ceballos
3
ignacioceballos@gmail.com
MSc, María Vallejo García
4
mariavallejo@gmail.com
Recibido: 1/04/2018, Aceptado: 1/06/2018
RESUMEN
La córnea es un tejido transparente, avascular que está ubicado en la región anterior
del globo ocular cuya función principal es la de formar parte del sistema dióptrico del
ojo. Las patologías de la córnea son muy frecuentes principalmente por su ubicación.
La úlcera corneal es una de las que más se presentan, la ulcera se produce por
perdida de las capas superficiales de la córnea que le sirven de protección contra
agentes externos. Al perder esa protección por diferentes causas, la córnea se expone
a invasión de gérmenes, que producirán infecciones, que pueden ser de etiología
viral, bacteriana, parasitaria o micótica, provocando lesiones oculares irreversibles.
Objetivo: Demostrar la existencia de un caso confirmado de queratitis y úlcera
corneal micótica. Caso Clínico: Se describe el caso de un paciente varón, militar
ecuatoriano, con antecedentes de trauma directo en ojo izquierdo, que acude a
médico cinco días luego al evento, quien posterior a valoración y estudio
anatomopatológico determina afección de origen micótico (Fusarium Sp.). Recibe
tratamiento, revirtiendo su infección, pero debido a las secuelas no logra recuperar
la visión, necesitando un trasplante corneal a posterior. Conclusión: La evolución
clínica luego de una lesión corneal condiciona irreversiblemente la visión, con alto
riesgo de ceguera y pérdida del globo ocular sin intervención médica precoz.
1
Teniente de Navío-Médico. Armada del Ecuador. Médico del Centro de Salud “A” BIMEDU.
Guayaquil- Ecuador
2
Médico Residente. Hospital Teodoro Maldonado Carbo. Guayaquil-Ecuador.
3
Cirujano Oftalmólogo. Médico Especialista Tratante, Clínica CIVE, Samborondón-Ecuador.
4
Médico General. Guayaquil-Ecuador
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Palabras clave: Queratitis, úlcera de córnea, Fusarium Sp., estudio
anatomopatológico
ABSTRACT
The cornea is an avascular transparent tissue, that is located in the anterior region
of the eyeball whose main function is to be part of the dioptric system of the eye. The
pathologies of the cornea are very frequent, mainly due to their location. The corneal
ulcer is one of the most common, the ulcer is produced by loss of the superficial layers
of the cornea that serve as protection against external agents. By losing that
protection for different reasons, the cornea is exposed to invasion of germs, which
will produce infections, which can be of viral, bacterial, parasitic or fungal etiology,
causing irreversible eye injuries. Objective: To demonstrate the existence of a
confirmed case of keratitis and fungal corneal ulcer. Clinical Case: The case of a male
patient is described, Ecuadorian military, with a history of direct trauma in the left
eye, who goes to the doctor five days after the event, who after assessment and
anatomopathological study determines affection of fungal origin. (Fusarium Sp.) He
receives treatment, reversing his infection, but due to the sequelae he cannot recover
his vision, needing a posterior corneal transplant. Conclusion: Clinical evolution after
corneal injury irreversibly conditions vision, with a high risk of blindness and loss of
the eyeball without early medical intervention.
Keywords: Keratitis, corneal ulcer, Fusarium Sp., Anatomopathological study
Introducción
La córnea es la estructura ocular de mayor poder refractivo, y de gran importancia del
ojo humano, es una estructura avascular rodeada de fluidos, lágrimas anteriormente
y humor acuoso posteriormente (1). Representa una sexta parte de la circunferencia
del ojo, es transparente en condiciones normales, tiene forma oval y su diámetro es
mayor en el meridiano horizontal (1). En su periferia gradualmente se transforma en
esclera y la zona de transición entre ambas estructuras se denomina limbo.
Histológicamente, en la córnea se distinguen cinco capas que, desde su superficie
anterior a la posterior son: (Figura 1)
1. El epitelio.
2. La membrana de Bowman.
3. El estroma.
4. La membrana de Descemet.
5. El endotelio. (1)
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Figura 1. Capas de la Córnea
Tomado de: http://www.manualmoderno.com Año: 2018
La córnea tiene dos funciones fundamentales:
A) Permitir la transmisión de la luz y, mediante la refracción, ayudar a su focalización
en el fondo de ojo. B) Proteger las estructuras intraoculares (1).
Cuando la solución de continuidad, y la integridad de la córnea se afecta, esta se
inflama produciendo la denominada queratitis, la cual en su evolución puede verse
comúnmente complicada por la invasión de bacterias, virus, hongos o parásitos; los
cuales cambian de modo variable la anatomía y la función óptica, provocando efectos
muchas veces irreversibles en el globo ocular afecto.
Según Barrera y Cols (2), la cicatrización de la úlcera corneal es una de las causas
más importantes de ceguera y deterioro de la visión. Sumado a esto, el diagnostico
etiológico y el consiguiente tratamiento es de difícil acceso a pacientes de zonas
rurales, existiendo un registro estadístico no real de casos por abandono de
tratamiento y control. Las enfermedades que afectan la córnea son causa importante
de ceguera a nivel mundial, siendo superada sólo por las cataratas (3).
La epidemiología de la ceguera corneal es compleja y abarca una amplia variedad de
enfermedades, las cuales pueden ser de etiología infecciosa o infamatoria,
ocasionando cicatrices, adelgazamiento estromal y perforaciones corneales, que
conducen irremediablemente a la ceguera monocular, dependiendo de la localización
de la lesión, pues mientras más central y cercana al iris es la lesión, peor el pronóstico
visual (3).
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La prevalencia de esta patología varía de un país a otro, ya sea por razones étnicas,
geográficas o socioeconómicas. La úlcera corneal en los países desarrollados ha sido
denominada como “la epidemia silente” (3). Un trabajo del Profesor Gonzáles en el
distrito de Madurai en la India reportó que la incidencia anual era de 113 casos por
100,000 habitantes. Este reporte es 10 veces mayor que la incidencia en los USA. Al
comparar los resultados de la India al resto de Asia y África, el número de úlceras
que aparecen anualmente en el mundo se aproxima rápidamente a 1.5-2 millones de
casos (3).
Desarrollo
A nivel Latinoamericano, existe un estudio de Nicaragua, en el cual, en el año 2002
las úlceras corneales representaron la segunda causa de ingresos hospitalarios, el
61% presentaron úlceras corneales con complicaciones tales como; hipopión,
descemetocele y perforación. Estas afectaciones conllevaron a la pérdida de visión
incluso a pérdidas de la integridad del globo ocular. El 68% de los pacientes ameritó
tratamiento quirúrgico ante la presencia de complicaciones, el empeoramiento del
cuadro clínico y mala respuesta al tratamiento médico, un 31.5% de los pacientes
perdieron el ojo afectado por úlcera corneal, y un 38 % resultó con mala visión (4).
En nuestro país no existen datos estadísticos puntuales sobre esta patología, con
mucho abandono de tratamiento y subregistros en la consulta privada.
La úlcera corneal evoluciona en tres estadios: (5)
Estadio de infiltración: Se produce infiltrado de leucocitos y polimorfonucleares,
seguido de una descamación del epitelio que ocasionando la pérdida de sustancia con
formación de una úlcera en “escudilla” con bordes infiltrados y coloración grisácea,
extendiéndose en superficie y/o profundidad. (5) Estadio de regresión: Hay una
remisión subjetiva de la sintomatología, iniciándose la invasión vascular desde el
limbo y una proliferación del epitelio desde los bordes de la úlcera. Estadio de
cicatrización: Se completa el proceso de la reparación tisular, se nivelan los bordes
de la úlcera y queda como secuela la opacidad corneal de mayor o menor intensidad:
nubécula, mácula, leucoma (5).
Las bacterias, suelen ser las que con mayor frecuencia afectan la córnea luego de un
trauma, seguido de hongos, virus como el Virus del Herpes Simple, y con menos
frecuencia, los parásitos. Un estudio realizado en la República del Paraguay demostró
en un estudio, la mayor frecuencia de Cocos Grampositivos como agentes bacterianos
causantes de úlcera corneal (6).
En cuanto a los hongos, estos son agentes oportunistas que con poca frecuencia
infectan la córnea sana, pero una vez que logran invadir el estroma corneal, se
reproducen efectivamente, provocan necrosis y reacción inflamatoria en la Membrana
Descemet, para llegar a la cámara anterior o al segmento posterior, ocasionando
endoftalmitis (7). Varios tipos de hongos, filamentosos y levaduras, se han
relacionado como agentes etiológicos de Queratomicosis, de los cuales, las especies
integrantes de los géneros Cándida, Aspergillus, y Fusarium son los más comunes
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(7). Las queratitis debidas a hongos filamentosos ocurren con más frecuencia en
hombres jóvenes sanos, especialmente agricultores y trabajadores del campo o
jardinería, que sufren algún traumatismo o erosión del epitelio ocular por fragmentos
de madera, restos vegetales, polvo o materiales provenientes del suelo, o los
animales (7).
El diagnóstico de esta condición clínica se realiza en base al cuadro clínico, a los
antecedentes de trauma y los síntomas que presenta el paciente, que por lo general
son antecedentes de trauma ocular, dolor ocular, fotofobia, inyección conjuntival,
alteración de la visión, lagrimeo y alteración de anatomía visible. Las úlceras de
origen bacteriano presentan exudado mucopurulento grueso y aspecto en vidrio
esmerilado. Las lesiones micóticas tienen inicio insidioso, bordes irregulares, necrosis
del estroma, hipopión espeso, se caracterizan en su evolución por la poca absorción
de los medicamentos (colirios) administrados. Los trofozoítos de Acanthamoeba
pueden invadir la córnea, mientras que el Virus del Herpes Simple es la etiología viral
más importante, no muy común en número de casos.
En la consulta especializada, es importantísima la realización de una microscopía del
segmento anterior del ojo para ver lesiones en profundidad y extensión, así mismo
con la lámpara de hendidura previa tinción con fluoresceína, la cual pone de
manifiesto la perdida de continuidad del epitelio corneal. Los estudios
complementarios más importantes de diagnóstico son el raspado corneal, cultivo de
úlceras en Agar Sangre, Agar Chocolate, Saboraund, Gram, Giemsa, PAS, etc. (8).
Aún, a pesar de los esfuerzos por recuperar la visión y restablecer la función corneal,
es inevitable que, en casos que no recibieron tratamiento médico inicial y la
identificación tardía, el germen cause el daño permanente, lo cual condiciona el
tratamiento final o último recurso actualmente utilizado, es decir, la realización de
un Trasplante Corneal o Queratoplastia, como solución a mediano o largo plazo para
pacientes que lograron controlar la infección de cualquier índole, y que una vez
superada dicha infección, ser candidatos a queratoplastia. La córnea es la única parte
del ojo que puede ser trasplantada (9). Así que la principal causa para la realización
de trasplante corneal es posterior a una infección, teniendo esta cirugía un porcentaje
bajo de rechazo al ser un órgano predominantemente avascular, debiendo el paciente
esperar mínimo seis meses para ser considerado completamente recuperado de su
post operatorio, sin embargo el riesgo de rechazo del órgano trasplantado puede
permanecer latente hasta diez años después de la cirugía, o pueden aparecer
complicaciones postoperatorias como dehiscencia de suturas, endoftalmitis, sinequia
del iris, infección en el trasplante, glaucoma, degeneración defectuosa del epitelio,
astigmatismo, etc. (9).
Garralda y Cols, distinguen cuatro grupos de indicaciones para el Trasplante Corneal,
tales como las tectónicas, clínicas, ópticas y cosméticas, así mismo dan realce al
pronóstico de la cirugía incluso antes de realizarla en relación al grado de morbilidad
o lesiones sobre agregadas en el ojo previo a la queratoplastia (10).
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Descripción del caso clínico
Fecha: 06 de diciembre del 2017, paciente de 23 años, sexo masculino, profesión
militar. Antecedentes Patológicos Personales: No. Lugar de Residencia: Naranjito-
Ecuador. Lugar de trabajo: Esmeraldas-Ecuador.
Motivo de consulta: Dolor, inyección conjuntival, fotofobia, lagrimeo, visión borrosa.
Cuadro Clínico: De 5 días (01 diciembre 2017), posterior a golpe con rama de árbol
durante ejercicio militar en ojo izquierdo, acude a la emergencia del Hospital de
Naranjito 48 horas luego de evento, realizándosele lavado ocular con Solución Salina
0.9%., y colirio de Gentamicina + Corticoide.
Examen físico: Lesión blanquecina en ojo izquierdo, aproximadamente 6 mm, central
lateral inferior. Referencia inmediata a oftalmólogo particular en la ciudad de
Esmeraldas (Figura 2).
Figura 2. Consulta inicial, paciente llega con parche ocular
Fuente: Los autores. Año: 2017
Primer Control Oftalmológico: Úlcera corneal 6 mm, central-lateral inferior. Agudeza
Visual Ojo Izquierdo: 20/50. Examen Oftalmológico: Tinción positiva con fluoresceína
(Figura 3).
Tratamiento: Parche Ocular, Inyección Periocular de Ceftriaxona, Atropina Gotas,
Ginedazol Tópico, Azitromicina V.O
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Figura 3. Tinción con fluoresceína positiva
Fuente: Los autores. Año: 2017
08 de diciembre del 2017: Segundo Control: Úlcera corneal 8 mm, central- lateral
inferior. Examen Oftalmológico: tinción positiva con fluoresceína.
Tratamiento: Parche Ocular, Inyección Intraestromal de Ceftriaxona (Figura 4),
Atropina gotas, Ginedazol Tópico, Azitromicina V.O.
Figura 4. Inyección Intraestromal de Ceftriaxona
Fuente: Los autores. Año: 2017
10 de diciembre del 2017: Tercer Control: Úlcera corneal 6 mm, central-lateral
inferior. Tratamiento: Parche Ocular, Inyección Intraestromal de Ceftriaxona,
Atropina Gotas, Ginedazol Tópico, Azitromicina Vía oral (Figura 5).
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Figura 5. Apreciación de la lesión con lámpara de hendidura, lesión
evoluciona en amplitud, no en profundidad
Fuente: Los autores. Año: 2017
12 de diciembre del 2017: Cuarto Control Oftalmológico: Úlcera corneal 6 mm,
central- lateral inferior, bordes irregulares engrosamiento estromal + congestión,
Agudeza Visual Ojo Izquierdo: 20/70. El Oftalmólogo decide referencia a centro
hospitalario oftalmológico de mayor complejidad en la ciudad de Guayaquil. Sospecha
de Úlcera Corneal Micótica al no existir mejoría con antibióticos administrados (Figura
6).
Figura 6. Lesión característica de Úlcera Corneal por Hongos
Fuente: Los autores. Año: 2017
14 de diciembre del 2017, Primer Control Oftalmológico CIVE (CLÍNICA
INTERNACIONAL DE LA VISIÓN DEL ECUADOR, Samborondón-Ecuador): Úlcera
corneal 6 mm, central-lateral inferior, bordes irregulares, hipopión en cámara
anterior de 2 mm + congestión. Agudeza Visual Ojo Izquierdo: 20/70.
Tratamiento: Suspensión de Parche Ocular, Atropina gotas, Oftabiótico gotas,
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Moxifloxacino Gotas, Voriconazol Gotas. Reposo absoluto por 15 días.
Figura 7. Úlcera corneal ojo izquierdo, más hipopión e irritación conjuntival
Fuente: Los autores. Año: 2017
18-22 diciembre del 2017: Previo a ser sometido a cirugía de recubrimiento
conjuntival, en el paciente se sospecha infección por Acanthamoeba, por las
características de la lesión y el intenso dolor que producía la infección. No era
aconsejable realizar examen de laboratorio de la superficie por el tratamiento médico,
que ya estaba recibiendo de varios días atrás. Debido al aumento de tamaño de la
úlcera y signos de evolución desfavorable se indica recubrimiento conjuntival
Se realiza el recubrimiento conjuntival por riesgo de perforación y por
adelgazamiento corneal, y en el mismo procedimiento quirúrgico se realiza extracción
de parte del tejido corneal estromal y se envía a anatomía patológica para su análisis.
Se coloca antibióticos como Vancomicina y Anfotericina B subconjuntival. Luego de
varios días se observa una buena evolución post- operatoria del recubrimiento
conjuntival
Sin embargo, pasados varios días se observa necrosis del tejido conjuntival central
que recubre la infección corneal, quedando expuesta la ulcera nuevamente.
Se utilizan colirios fortificados de Vancomicina y Anfotericina B, además de los ya
descritos. Persiste el hipopión.
20 diciembre del 2017: Igual evolución clínica.
23 diciembre del 2017. Se confirma etiología causante: Invasión micótica por Fusarium
sp. (Figura 8)
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Figura 8. Informe Anatomopatológico de muestras enviadas desde el
CIVE
Realizado por el Dr. Gaetano Leone (Servicio de Patología de la Torre Médica “Dr. Eduardo
Alcívar”), Guayaquil, diagnóstico Queratitis Micótica
Fuente: Los autores. Año: 2017
27 de diciembre del 2017 29 de diciembre del 2017. Continúan los controles cada
48 horas, recubrimiento conjuntival en buen estado. (Figura 9) Tratamiento:
Anfotericina B c/2 h, Vancomicina, c/2 h, Oftabiótico c/3 h, Atropina c/3 h,
Fluconazol P.O c/día, Ciriax, P.O c/12 h. Reposo absoluto por 15 días.
Figura 9. Control médico del recubrimiento conjuntival, obsérvese que la
fluoresceína no penetra en el recubrimiento conjuntival
Fuente: Los autores. Año: 2017
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12 de enero del 2018: Control cada 48 horas, recubrimiento conjuntival en buen
estado, se retira. Úlcera en discreta regresión, cicatriz impedirá correcta visión. Luego
de varios días de tratamiento en constante controles, y mejoría en las características
de la infección, se evidencia hipotonía ocular por microperforación paracentral por
adelgazamiento corneal, que se resuelve espontáneamente en 48 horas, por lo que
se aceleran los tiempos para realizar un trasplante de córnea. Tratamiento:
Anfotericina b c/2 h, vancomicina, c/2 h, Oftabiótico c/3 h, atropina c/3 h, Fluconazol
V.O c/día, Ciriax V.O c/12 h. Paciente en espera de trasplante de córnea luego de
resolución clínica.
29 de enero del 2018. Paciente resuelve su infección micótica, presenta lesión corneal
residual o cicatrizal, no pierde su globo ocular, sin embargo, requiere trasplante de
córnea, estando pendiente queratoplastia. (Figuras10, 11,12)
Figura 10. Secuelas post lesión y tratamiento
Nota: paciente no pierde el ojo, pero es necesaria queratoplastia para recuperar visión
Fuente: Los autores. Año: 2018
Figuras 11 y 12. Lesión cicatrizal post Queratitis Micótica ojo izquierdo
Fuente: Los autores. Año: 2018
15 de febrero del 2018: Se le realizó en la Clínica de Ojos CIVE una queratoplastia
en ojo izquierdo (Figura 13), el paciente evoluciona hasta el momento de forma
satisfactoria en su postoperatorio, en espera de la resolución total de su patología
(Figura 14).
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Figura 13. Paciente en el postoperatorio inmediato por queratoplastia
Fuente: Dr. Ignacio Ceballos, CIVE. Año: 2018
Figura 14. Paciente en su doceavo día de postoperatorio por queratoplastia
Fuente: Dr. Ignacio Ceballos, CIVE. Año: 2018
El presente es un caso típico de queratitis, con toda la sintomatología y por lo tanto
era viable su diagnóstico clínico e histopatológico. Llamó la atención que la paciente
no mejoraba su sintomatología con la medicación respectiva, necesitando rotación
constante de medicamentos. Solo el estudio histopatológico de la lesión logro
determinar su etiología. Entre sus antecedentes se encontraba un trauma directo con
la rama de un árbol durante un ejercicio militar, lo cual se correlaciona directo con la
infección micótica, que se relaciona con trabajadores en el campo, generalmente
hombres venes y/o cabezas de familias dedicados a la agricultura como los que
mayormente presentan queratitis micóticas (7). El tratamiento recibido en este caso
fue oportuno, ha favorecido el control de la patología, evitando la pérdida total del
globo ocular, permitiendo al paciente la opción de ser sometido a una queratoplastia,
dándole la opción de devolverle su visión, y continuando con su vida militar normal,
lo cual es el objetivo de la intervención profesional (9). El tratamiento final es la
queratoplastia, la cual tiene sus condiciones, tasas de éxito y complicaciones de
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acuerdo a cada caso clínico particular, debiendo pasar años para dejar de pensar en
un posible rechazo del órgano trasplantado (9,10). En el país existe subregistro de
esta condición, ya sea por el abandono de tratamientos sobre todo en regiones rurales
o alejadas del país, o falta de seguimiento de los médicos generales, de ahí la
importancia de alertar a la sociedad sobre este denominado enemigo silencioso o
“epidemia silente” (3). En el área urbana suelen verse más casos resueltos, por la
aplicación de programas de medicina ocupacional, sobre todo en empresas
legalizadas, con niveles altos de cumplimiento de estándares de calidad, lo cual
disminuye riesgos de accidentes laborales y complicaciones médicas.
Entre los factores de riesgo que condicionan la evolución no favorable de una
queratitis, se encuentran el económico y el cultural, los cuales a nuestro criterio son
los determinantes en la evolución, puesto que es imperativo el control médico cada
48 horas, o diario. Esto desanima a los pacientes, quienes siendo cabeza de familia
tienen ausencia laboral por su seguimiento, lo cual merma sus ingresos, decidiendo
muchas veces abandonar el tratamiento, resignando su visión (2,7).
Conclusiones
La presente es una patología de tratamiento largo, evolución tortuosa, cuya
resolución quirúrgica (trasplante) tiene evolución incierta y pronóstico reservado.
El diagnóstico precoz permite disminuir los porcentajes de pérdida ocular, instaurar
rápidamente el esquema terapéutico y preparar el posterior trasplante.
Mientras más cerca de la pupila esté la lesión corneal, mayor implicación de la visión,
mayor responsabilidad al paciente en el tratamiento y cuidados; mientras más
alejada de la pupila, menos controles médicos, más probabilidad de lesiones
residuales (como el leucoma), y con secuelas en la visión a largo plazo.
Mayor promoción de la patología en zonas rurales por el personal sanitario rural, a
nivel empresarial con campañas promoción del uso de prendas de protección,
especialmente gafas. Revisión de literatura médica continua en Centros de Salud de
Primer Nivel de atención, a fin de favorecer una referencia precoz al médico
especialista. A nivel administrativo, se deben actualizar estrictamente los datos de
incidencia nacional de esta patología.
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