Revista Científica Ciencia y Tecnología. Vol 18 No 19, 2018 / págs. 96 - 109
(7). Las queratitis debidas a hongos filamentosos ocurren con más frecuencia en
hombres jóvenes sanos, especialmente agricultores y trabajadores del campo o
jardinería, que sufren algún traumatismo o erosión del epitelio ocular por fragmentos
de madera, restos vegetales, polvo o materiales provenientes del suelo, o los
animales (7).
El diagnóstico de esta condición clínica se realiza en base al cuadro clínico, a los
antecedentes de trauma y los síntomas que presenta el paciente, que por lo general
son antecedentes de trauma ocular, dolor ocular, fotofobia, inyección conjuntival,
alteración de la visión, lagrimeo y alteración de anatomía visible. Las úlceras de
origen bacteriano presentan exudado mucopurulento grueso y aspecto en vidrio
esmerilado. Las lesiones micóticas tienen inicio insidioso, bordes irregulares, necrosis
del estroma, hipopión espeso, se caracterizan en su evolución por la poca absorción
de los medicamentos (colirios) administrados. Los trofozoítos de Acanthamoeba
pueden invadir la córnea, mientras que el Virus del Herpes Simple es la etiología viral
más importante, no muy común en número de casos.
En la consulta especializada, es importantísima la realización de una microscopía del
segmento anterior del ojo para ver lesiones en profundidad y extensión, así mismo
con la lámpara de hendidura previa tinción con fluoresceína, la cual pone de
manifiesto la perdida de continuidad del epitelio corneal. Los estudios
complementarios más importantes de diagnóstico son el raspado corneal, cultivo de
úlceras en Agar Sangre, Agar Chocolate, Saboraund, Gram, Giemsa, PAS, etc. (8).
Aún, a pesar de los esfuerzos por recuperar la visión y restablecer la función corneal,
es inevitable que, en casos que no recibieron tratamiento médico inicial y la
identificación tardía, el germen cause el daño permanente, lo cual condiciona el
tratamiento final o último recurso actualmente utilizado, es decir, la realización de
un Trasplante Corneal o Queratoplastia, como solución a mediano o largo plazo para
pacientes que lograron controlar la infección de cualquier índole, y que una vez
superada dicha infección, ser candidatos a queratoplastia. La córnea es la única parte
del ojo que puede ser trasplantada (9). Así que la principal causa para la realización
de trasplante corneal es posterior a una infección, teniendo esta cirugía un porcentaje
bajo de rechazo al ser un órgano predominantemente avascular, debiendo el paciente
esperar mínimo seis meses para ser considerado completamente recuperado de su
post operatorio, sin embargo el riesgo de rechazo del órgano trasplantado puede
permanecer latente hasta diez años después de la cirugía, o pueden aparecer
complicaciones postoperatorias como dehiscencia de suturas, endoftalmitis, sinequia
del iris, infección en el trasplante, glaucoma, degeneración defectuosa del epitelio,
astigmatismo, etc. (9).
Garralda y Cols, distinguen cuatro grupos de indicaciones para el Trasplante Corneal,
tales como las tectónicas, clínicas, ópticas y cosméticas, así mismo dan realce al
pronóstico de la cirugía incluso antes de realizarla en relación al grado de morbilidad
o lesiones sobre agregadas en el ojo previo a la queratoplastia (10).
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Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
No. 19, 31 de julio de 2018