empresas familiares, lo cual impide que los propietarios pidan asesoramiento
profesional al no querer soltar el control total de su poder.
(Flores-Ortiz, Vega-López, & Chávez-Moreno, 2016) hacen referencia en su estudio
que la profesionalización se entiende erróneamente como la incorporación a las
responsabilidades directivas de personas ajenas a la familia, lo cual es muy poco
probable que se aplique en las empresas familiares. Por lo tanto, definen la
profesionalización de empresas familiares como la transición de una organización que
toma decisiones intuitivas a otra que la toma de forma analítica. Para esto el objetivo
es lograr que la empresa familiar dependa menos de personas en concreto para la
toma de decisiones.
La profesionalización de las operaciones de la empresa es un paso muy importante
para lograr una correcta planificación estratégica y sobrevivir en la transición
generacional de las empresas familiares, pero toda profesionalización de la empresa
debe empezar por la cabeza, es decir el propietario o CEO de la empresa familiar.
Una vez que este miembro pilar de la empresa decida ir por la mejora y el cambio,
todo empieza a alinearse. Empezando por que el propietario debe de aprender a
reconocer que no tiene toda la experiencia o conocimientos requeridos para lograr la
sostenibilidad de la empresa por sí solo y deberá aprender a confiar en aquella
persona que desea como sucesor.
El primer error que se comete en las empresas familiares, en la dirección, es que no
se le da la suficiente importancia a la planificación estratégica a largo plazo. Por ende,
hay que comprometerse a que del 100% de su tiempo, se trabaje 20 – 25% en los
planes futuros sobre el negocio y no solo en las actividades en el negocio.
El segundo error es que la visión del propietario para la empresa familiar solo la
conoce él mismo. Debido a que las empresas familiares son informales en papel, es
uno de los cambios que se deben hacer. Toda la familia involucrada en la empresa e
incluso la que no participa de sus actividades diarias deben alinear sus pensamientos
respecto a la empresa y establecer la visión corporativa y familiar, es decir, volverse
guardianes de lo que quieren que se convierta la empresa en el futuro y asegurarse
de transmitirlo correctamente a todos quienes participen de ella. La idea completa es
no hacerlo informalmente, sino por escrito, lo cual empezaría a determinar la cultura
organizacional de la misma. Hecho esto, el CEO quien ahora puede ser el propietario
y en un futuro otra persona de la familia o incluso ajeno a ella, se convertirá en el
seguidor fiel de la visión de la empresa familiar y todos los días se asegurará que las
decisiones, planes y demás se alineen con la visión planteada en un inicio. No solo es
beneficioso para la empresa y el CEO el plantear la estructura de la empresa en
concreto y por escrito, sino que es la mejor forma en que el sucesor comience su
aprendizaje.
El tercer error es el paternalismo del CEO o propietario. Muchas veces se pone a la
familia sobre las necesidades de la empresa, y esto significa que miembros de la
familia que carecen de los conocimientos técnicos necesarios son los que se encargan
de los puestos más altos y con más responsabilidades. Vale recalcar que, si bien las
32
Armas, Maridueña. El nivel de profesionalización gerencial y su
incidencia en la sostenibilidad en el tiempo de las empresas familiares
&
Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734
No. 23, 31 de julio de 2019