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a. Vol 19 No 24, 2019 / págs. 100 - 109
Para asumir tales retos la Universidad Nacional de Educación (UNAE) consolida un
espacio de desarrollo profesional que trascienda lo exclusivamente cognitivo y se
proyecta hacia la formación por competencias humanas y profesionales en un modelo
profesional que integra conocimientos, habilidades, motivaciones, emociones,
valores y actitudes orientados en la comprensión de la compleja, naturaleza del ser
humano, para actuar en lo personal, lo social y lo profesional coherente con las
demandas actuales de la sociedad.
El Modelo Pedagógico de la UNAE tiene sus fundamentos en el constructivismo, la
escuela histórico-cultural, el cognitivismo, el conectivismo, en los últimos aportes la
Neurociencia educativa dentro de la pedagogía sociocrítica, sustentando una
formación basada en el aprender haciendo, en el servicio a la colectividad
experimentando, vivenciando y estudiando casos, problemas y situaciones que se
presentan en la compleja y dinámica realidad educativa. Abarca desde la articulación
de lo académico, lo investigativo y lo socio comunitario y contextual.
En esa dirección, la carrera de Educación Especial constituye uno de los pilares de
este modelo en la formación de docentes con cualidades humanas de alta sensibilidad
y compromiso para impulsar los procesos educativos inclusivos, a partir de la
innovación, la investigación acción como la oportunidad académica de trasformar las
realidades con el concurso de todos los involucrados, bajo los enfoques de igualdad,
justicia social e interculturalidad.
El carácter inclusivo y multidimensional de la atención a la diversidad de capacidades,
intercultural, intergeneracional y de género en el contexto ecuatoriano, constituye
eje articulador en todas las asignaturas de la UNAE. La atención inclusiva
intercultural, supone el respeto a la diversidad y el reconocimiento de los principios
de igualdad de derechos de los miembros de distintas culturas que conviven en una
sociedad plural.
La educación inclusiva de la diversidad de niños, adolescentes y jóvenes, es el eje
central de la formación de los docentes de la carrera de educación Especial,
preparándolos para crear contextos educativos donde todos accedan, aprendan,
participen y permanezcan felizmente, sin distinción de ninguna condición del
desarrollo humano (Castro, Fernández y Campos, 2008); coherente con el Informe
Mundial sobre Discapacidad, que enfatiza en la necesidad de una formación docente
centrada en actitudes y valores, y no solo en conocimientos y habilidades (2011, p.
222).
De modo que, la carrera enmarcada en un campo disciplinar, investigativo,
profesional y social pertinente con la realidad socioeconómica, política y cultural de
Ecuador, en su fundamento epistemológico, problematiza sobre las tendencias, retos,
perspectivas, políticas y prácticas de la atención a la diversidad en la institución
educativa inclusiva (González, et al, 2013). En su componente práctico, asume la
inclusión desde posturas comprometidas con la creación de condiciones y la búsqueda
de soluciones en los contextos educativos.
La carrera forma integralmente el talento humano, en sus componentes disciplinares,
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Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734
No. 24, 31 de octubre de 2019