Revista Científica Ciencia y Tecnología. Vol 19 No 24, 2019 / págs. 9 - 19
Desarrollo
Marco Teórico
La calidad de vida se debe mirar desde dos puntos: la parte individual (privada) y la
parte colectiva (pública); desde lo individual o privado es importante mirar:
percepción, sentido de vida, utilidad, valoración, felicidad, satisfacción de
necesidades y demás aspectos subjetivos que son difícilmente cuantificables, pero
que hacen que una vida tenga calidad con responsabilidad moral. (Cardona & Agudelo,
2005). La calidad de vida es un concepto de creciente interés tanto en la sociedad
como en el mundo académico. Su ambigüedad conceptual ha dado lugar a numerosos
debates relacionados con su definición y con la metodología para estudiarla. Los
trabajos empíricos intentan superar las discusiones con la finalidad de analizar las
condiciones de vida de la población para que los agentes con capacidad de decisión
adopten las medidas necesarias para su mejora. (Celemin, Mikkelsen, & Velázquez,
2015) La calidad de vida también depende de los que tienen ingresos más elevados,
tiene a existir una satisfacción mayor con la forma de vivir, en la medida que la pareja
es la forma más habitual de convivencia, y también se encuentran más satisfechos
con las relaciones sociales y con el entorno, contraponiéndose con aquellos mayores
que pueden tener una situación más marginal, económica y socialmente, quienes no
encuentran tanta satisfacción en la vida que desarrollan (Rodriguez, Rojo, &
Fernández, 2011).
El desarrollo, en gran medida, ha dejado de relacionarse estrictamente con el
crecimiento económico de los países, para ampliar su espectro incluyendo elementos
que son igualmente importantes, como las capacidades humanas, el entorno, la
cultura e incluso el medio ambiente, lo que ha permitido que se hable de desarrollo
humano y de desarrollo humano sostenible, las posturas de pensamiento actuales
abogan por una visión multidimensional del mismo que abarque lo humano, lo
económico, lo ecológico y lo social (Arias Cortés, 2013).
El papel del sector público cobra especial relevancia a la hora de facilitar la creación,
y no la imposición, de otro modo de economía. Es importante destacar que esta
propuesta no defiende más sector público, sino “otro sector público”. Una
administración pública que ceda protagonismo a la sociedad civil, mediante una mayor
participación democrática y la facilitación de espacios para el desarrollo de proyectos
colectivos. Esta administración pública cuenta además con otras herramientas
básicas como son la normativa, el gasto público y la fiscalidad para crear incentivos
que favorezcan el fomento del bien común con la participación democrática,
construcción participativa del índice, modificación de la cultura de la gestión pública,
concienciación ciudadana, creación de redes empresariales y sociales fundamentadas
en la cooperación y no en la competencia, etc. (Gómez Álvarez, Morales Sánchez, &
Rodriguez Morilla, 2017).
El incremento en el número de emprendimientos es una muestra del cambio en la
actitud hacia actividades comerciales que generan un mayor valor agregado y el
empoderamiento que esto genera. Así mismo, esto implica el abandono paulatino de
actividades primarias orientadas principalmente al autoconsumo, por lo tanto debe
existir acceso a nuevos mercados fortaleciendo e incrementando el mercado local por
medio de la puesta en marcha de políticas vinculadas con la compra a proveedores
&
Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734
No. 24, 31 de octubre de 2019