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Revista científica Ciencia y Tecnología Vol 20 No 26 págs. 80-93
En realidad, en la medida que han avanzado los estudios CTS en diversas partes del
mundo, nos permite comprender como el funcionamiento y desarrollo científico
tecnológico es impensable al margen del contexto social, económico y político que
los envuelve y condiciona, las metas cognitivas deben responder a intereses humanos
y sociales. La ciencia y la tecnología quizás no garantizan el progreso social, la razón
es muy simple, ellas no actúan en un vacío social, solo la política, la economía y la
moral pueden convertirla en aliada del hombre o en su enemigo.
El mismo posee un carácter heterogéneo en sus fundamentos teóricos, aboga por la
interdisciplinariedad en los trabajos científicos, analiza las condicionantes sociales del
cambio científico-tecnológico y sus consecuencias, además utiliza como herramienta
la crítica social y la ética, predominando un pensamiento social de la ciencia de
carácter práctico. Este movimiento se desarrolló desde varias tradiciones de
pensamiento: la europea, norteamericana, latinoamericana, marxista y la cubana;
cada una con sus especificidades y aportaciones al desarrollo del mismo.
La tradición marxista en la interpretación de los Estudios Sociales de la Ciencia y la
Tecnología tiene sus orígenes, durante la década del 60 del siglo XX, donde los
clásicos del marxismo sentaron las bases teóricas para el análisis científico de la
ciencia y su evolución como un fenómeno social.
Vale destacar la labor desplegada por Lenin, fundamental para su posterior avance,
pues contribuye a la organización y planificación del progreso científico. Se desarrolló
en la URSS, Alemania, Checoslovaquia, Polonia y Bulgaria principalmente en la
primera. Su contribución a los estudios CTS estribó en el desarrollo de la teorización
de la revolución científico- técnica e introduce el diálogo ciencia-política desde la
perspectiva de la organización científica.
El pensamiento sobre ciencia y tecnología, en esta tradición desarrollada en el
contexto soviético, devino en dos tendencias significativas: Los estudios
cienciológicos y los problemas filosóficos de las ciencias particulares (Martínez,
1999,p.12), ambas buscaban las vías para organizar los conocimientos científicos,
afirmar desde el punto de vista teórico las concepciones materialistas desde las
ciencias naturales, o sea, buscar la interacción de los diferentes elementos para
desarrollar la ciencia con el objetivo de perfeccionar el desarrollo integral de la
sociedad, desde lo político, lo científico, lo económico y lo cultural.
La primera tendencia está representada por soviéticos y socialistas de Europa
Oriental, los cuáles intentaban conformar una ciencia integral sobre la ciencia que
tuviese un enfoque interdisciplinar. Entre sus representantes más destacados, se
encuentran: Boris Hessen, I. Borichevski, S. R. Mikúlinski, G. Krober, R. Richta, C.
Shvedoski, entre otros.
Teniendo en cuenta el contexto en que se desenvuelve esta tendencia y su avance
posterior, se puede considerar, como un esfuerzo teórico de investigación con
carácter interdisciplinario, sintetizado en sus obras más representativas el resultado
del mismo, las cuales exigen un análisis más esencial que nos permita revelar sus
principales aportes y limitaciones.
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No. 26, 30 de abril de 2020
Revista Ciencia & Tecnología
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734