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Abad, Torres, Pérez, Días. La orientación psicopedagógica para la prevención de la
dependencia tecnológica en los adolescentes del Preuniversitario.
comunican y relacionan y han nacido nuevas formas de comportamientos no
saludables en una multitud de partes que conforman la vida del adolescente.
Al tener en cuenta las concepciones anteriores se asume que en su desarrollo el
adolescente transita por una serie de situaciones traumáticas, pues cuestiones que
con anterioridad no representaban una problemática para ellos ahora tendrían que
asumir una posición, ser responsable de sus actos, tomar decisiones. Un sinnúmero
de dudas y preocupaciones se apoderan de ellos, tanto de los cambios que están
ocurriendo en su cuerpo como las situaciones de su entorno, una pérdida, fracaso
escolar, sobreprotección, separación de los padres, sentimientos de rechazo, son
algunas de las cuestiones más comunes; el adolescente puede vivirlas en soledad en
lugar de afrontarlas con sus padres, profesores, amigos.
En esa soledad, al decir de Encinas, Requesens y Helguera (2015), tiene la posibilidad
de moverse en un espacio invisible ante los adultos y un mundo de fantasías, crear
una identidad deseada y manifestarse no tal como realmente es sino como desearía
ser o como los demás querrían que fuera. Puede sentirse superior ante un video-
juego que controla, chatear a través de internet y/o del teléfono móvil, crear un
amplio grupo de amigos. Las TIC sin lugar a dudas se convierten en su mejor aliado
y lo más extraordinario que les ha pasado en la vida, les va a dar la oportunidad de
mostrarse perfecto ante el mundo y evadir todos los problemas que se desarrollen
en su entorno.
El móvil interviene de manera significativa en la socialización porque permite definir
la identidad del adolescente tanto individual, a base de personalizar el aparato de
varias formas, colores, tonos, etc., como colectiva, creando un lenguaje especial de
grupo, mensajes de texto y llamadas perdidas. Pero, aclara Rodríguez (2019), que
al igual que se utiliza para establecer contactos a corta distancia, actúa así mismo de
barrera de seguridad frente a los padres desde el momento en que estos no pueden
acceder a su teléfono personal.
Pese a los múltiples beneficios del uso de la tecnología hay datos y estudios que
alertan de los riesgos derivados de la masiva presencia de las nuevas tecnologías en
la vida cotidiana de adolescentes. Sostiene Holzmann (2016), que una de las
consecuencias más evidente de esa dedicación tan amplia a estas nuevas tecnologías
es la disminución del tiempo dedicado a la realización de otras actividades necesarias
y antes mucho más habituales, como leer, estudiar, salir a pasear, conversar
personalmente o practicar deportes.
Las principales señales de alarma que denotan una dependencia a las tecnologías o
a las redes sociales y que pueden ser un reflejo de la conversión de una afición en
una adicción son las siguientes, a consideración de Holzmann (2016):
Privarse de sueño (+5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica
unos tiempos de conexión anormalmente altos o interactuando con el móvil.
Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las
relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
Recibir quejas de alguien cercano, como los padres o los hermanos, en relación
con el uso de la red o el móvil.
Pensar en la red de manera constante, incluso cuando no se está conectado a
ella y sentirse irritado de forma excesiva cuando la conexión falla o resulta muy
lenta.
Intentar limitar el tiempo de conexión o interacción con el móvil, pero sin
conseguirlo y perder la noción del tiempo.
Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego.
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Revista Ciencia & Tecnología
No. 28, 31 de octubre de 2020
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734