Martínez, López, Vásquez. La internacionalización de la educación: cronología minima de un
término pedagógico
Al respecto se identifican tres sectores principales. Son denominados sectores y
grupos involucrados, cada uno con un punto de vista individual, y quizá diferente,
acerca de por qué (y cómo) debe internacionalizarse la educación Los tres grupos
son: el sector gubernamental, el sector educativo y el sector privado.
El sector gubernamental incluye a los distintos niveles de gobierno que abarcan
desde los órganos supranacionales hasta los nacionales, regionales y locales. A este
sector pertenecen grupos que tienen intereses gubernamentales, relaciones
exteriores, cultura, desarrollo económico y comercio, ciencia y tecnología; pero que
también se interesan por dejar la impronta de la internacionalización como una
dimensión de la educación.
El sector educativo es igualmente diverso porque es necesario considerarlo desde los
niveles de sistema, institucional e individual. Entre los distintos grupos se incluyen
los diferentes tipos de instituciones (universidades, politécnicos e institutos) que
conforman el sistema; los grupos de investigación y disciplina profesional; las
asociaciones de profesionales; los estudiantes, maestros e investigadores; los
administradores y, por supuesto, otros grupos sectoriales.
El sector privado es otro grupo heterogéneo en virtud de los variados intereses de
las empresas de los sectores industrial, comercial y de servicios, la naturaleza de sus
productos y servicios, así como sus intereses geográficos. Otro factor de influencia
es el tamaño de la empresa y si es local, nacional o transnacional. Es esencial
reconocer que el sector privado es mucho más amplio que los proveedores de
educación particular.
Así, al coincidir con de wit, (2001), la educación internacional en la universidad debe
ser concebida no sólo el currículo, intercambios internacionales de estudiantes en
programas cooperativos con la comunidad, entrenamiento y formación de los
servicios administrativos, sino que también debe considerarse como un compromiso
distinto, actitudes y de conciencia con una orientación global, que trascienda por
completo la institución y los marcos de ethos.
A inicios de los 90, Arum & Van de Water, (1992) al tomar como base los trabajos
de Harari, establecen un enfoque tripartito, claves que pueden actuar de manera
independiente o integrada en proyectos orientados a la internacionalización de la
educación. En este propósito vaticinaron la jerarquía que se le otorgaría a las
distintas decisiones que debían ser analizados.
En este sentido, el primer elemento al que se le concede importancia es a la
internacionalización de los contenidos del currículo, lo que implica agregar materias
y dedicar atención al estudio de los idiomas fundamentalmente.
El segundo aspecto clave, se le atribuye a la Movilidad internacional, referida tanto
a los estudiantes como a lo relacionado con entrenamientos e investigaciones, para
de esta forma asegurar un ejercicio de reciprocidad académica, fortalecer las
relaciones entre universidades y ampliar la experiencia intercultural.
En un tercer elemento, se subraya la asistencia técnica internacional y la concreción
de programas cooperativos desde los cuales los avances del desarrollo académico e
investigativo podrían convertirse no sólo en una oportunidad de intercambio sino de
búsqueda conjunta de vías para el desarrollo.
Sin embargo, la internacionalización de la educación como proceso integrador
encuentra su referencia más significativa en la obra de Knight (1993), al definir la
internacionalización de la educación superior como el proceso de integración de la
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Revista Ciencia & Tecnología
No. 29, 31 de enero de 2021
ISSN impreso: 1390 - 6321
ISSN online: 2661 - 6734