Costa, Armijos y Ríos. Actitud emprendedora y empoderamiento
de la mujer indígena y mestiza en la provincia de Loja
was validated through reliability analysis and factor analysis. Among the main results,
it can be mentioned that indigenous women have a greater degree of economic and
social autonomy, as well as greater intentions for entrepreneurship, having great
aspirations for the generation of their own businesses.
Keywords: entrepreneurial attitude, empowerment, woman
Introducción
1. Empoderamiento y autonomía de la mujer
Una forma de generar fuentes de trabajo, combatir la pobreza y posicionar la equidad
de género, es a través de la conformación de organizaciones en las que las mujeres
son las principales protagonistas en crear espacios productivos y organizar
microempresas. Esto es posible lograr a través del empoderamiento femenino de
mujeres que por décadas han sido marginadas y que han recibido poco
reconocimiento por su trabajo y aporte dentro de sus grupos sociales, sean estos
indígena o mestizos, ubicados con mayor incidencia en las zonas rurales.
El empoderamiento femenino es un tema emergente que debe ser puesto a
consideración desde los diversos ámbitos de la gestión de las sociedades, se requiere
con suma urgencia comprender que las barreras estructurales de género, que han
existido por décadas, ponen en desventaja el accionar de la mujer como ente de
generación de riqueza o de producción económica. La mujer tiene plenitud de
competencias para ser protagonista de su crecimiento individual y colectivo, esto
será la base fundamental para alcanzar una vida autónoma, siempre y cuando se le
reconozca igualdad para trabajar, producir, tomar decisiones aprovechar el uso
efectivo de recursos.
El proceso de empoderamiento sobre el cual vienen luchando las mujeres, busca
disminuir la brecha y romper estereotipos que limitan la gestión y participación de
las mujeres en actividades que históricamente se les ha atribuido a los hombres. Es
aquí donde las sociedades deben modificar su forma de asignar roles, sobre todo en
pro de generar ambientes de convivencia más sanos, dignos e igualitarios. La mujer
ha demostrado su capacidad para actuar de manera efectiva en la toma de decisiones
y en la gestión de recursos, por ello, la sociedad debe dar un trato responsable y
procurar el acceso a la educación, salud y empleo de calidad a todas las personas.
Organizaciones como el PNUD -Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-
coordina los esfuerzos mundiales y nacionales para integrar la igualdad de género y
el empoderamiento de la mujer como parte de los objetivos de reducción de la
pobreza, gobernabilidad democrática, prevención de crisis y recuperación, medio
ambiente y el desarrollo sostenible. El Desarrollo Humano es el proceso por el cual
se busca ampliar las mismas opciones para todas las personas y no solo para unos
cuántos. El derecho a la educación, vivienda, trabajo digno, servicio de salud, y
equidad (PNUD), el reconocimiento de los derechos a las mujeres, las minorías
étnicas, el combate a la discriminación por género, son retos de la misma magnitud
que la abolición a la esclavitud y la eliminación del colonialismo (PNUD, 2020).
Con esta investigación se pretende identificar el accionar de la mujer frente a la
generación de recursos económicos que pueda aportar a su núcleo familiar y sobre
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todo conocer el nivel de empoderamiento que estas mujeres han logrado desarrollar
en sus comunidades y cómo este empoderamiento promueve la participación de la
mujer como ente tomador de decisiones en temas personales, familiares y su actitud
frente al emprendimiento.
Sin duda, la autonomía y el empoderamiento de las mujeres constituyen un requisito
indispensable para el logro de la igualdad de género (Pautassi, 2007), además de ser
parte de procesos individuales y políticos para el ejercicio pleno de los derechos
humanos. Ambos términos autonomía y empoderamiento, suelen ser utilizados de
manera indiferenciada, aunque aluden en realidad a aspectos distintos de un mismo
proceso (Benavente y Valdés, 2014).
Se conoce por tradición que la mujer es quien de mejor manera organiza las
actividades el hogar, esta habilidad, en la actualidad, poco a poco le va permitiendo
también posicionarse como líder en la conformación de agrupaciones con promueven
la dignificación del trabajo femenino y el reconocimiento de su labor como ente
productivo. Con los antecedentes expuestos, queda en evidencia la importancia de
generar espacios para apoyar el empoderamiento de las mujeres, luchar
constantemente por la igualdad efectiva, esto permitirá a las sociedades y a la
economía de los países crecer como comunidades participativas y sostenibles.
Uno de los estudios desarrollados bajo esta temática, demuestra que las mujeres
indígenas emprendedoras del medio rural, como por ejemplo en México, han
cambiado sus roles de acuerdo con las necesidades principalmente de tipo
económico, asumiéndose en algunos casos como cabezas de familia y/o proveedoras
económicas de su hogar, emprendiendo y liderando organizaciones de mujeres que
buscan un beneficio común solidario (Villanueva Lendechy, Spíndola Flores y Navarro
Martino, 2017).
El verdadero empoderamiento, como lo mencionan Botello-Peñaloza y Guerrero-
Rincón (2017), consiste en brindar al individuo las capacidades para su realización
personal a través de la libertad, dignidad y oportunidad. Es necesario apoyarse en
políticas, instituciones y modalidades de cooperación internacional para impulsar
estos fenómenos. Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres
contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el
crecimiento económico inclusivo. Las mujeres contribuyen de manera muy
significativa a las economías, ya sea en empresas, granjas, como emprendedoras o
empleadas o trabajando como cuidadoras domésticas no remuneradas (ONU, 2020).
Sin duda, propiciar el empoderamiento femenino y brindar las oportunidades de
equidad y participación de las mujeres en ámbitos considerados como actividades
solo para hombres, definirá un horizonte más humano y sobre todo integrador para
lograr mejores espacios de convivencia y relacionamiento entre los seres humanos.
1.1. Participación económica y empoderamiento femenino
Para lograr una mayor participación de la mujer en la gestión económica de las
sociedades, se requiere de la intervención del Estado. Las políticas públicas
orientadas hacia la igualdad de género constituyen una necesaria aportación para el
desarrollo económico, el crecimiento y el empleo (Sánchez, 2011). Trabajar por la
igualdad y equidad de género, significa cambiar esquemas y proponer acciones que
permitan una mejor composición de la estructura de las sociedades, poniendo de
base la familia como unidad de integración, respeto y participación igualitaria para la
gestión y obtención de recursos.
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