Revista Científica Ciencia y Tecnología Vol 24 No 43
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Las transacciones entre la persona y el entorno dependen del impacto del estresor
ambiental, impacto mediatizado en primer lugar por las evaluaciones que hace la persona
del estresor y, en segundo lugar, por los recursos personales, sociales o culturales disponibles
para hacer frente a la situación de estrés (Barrio et al., 2006). El estrés laboral influye en la
productividad y en el ambiente de trabajo por lo que el trabajador experimenta un
desequilibrio entre las condiciones psicosociales referentes al trabajo y sus capacidades a
desempeñar en el lugar del trabajo (Flores-Meza et al., 2021; Romero-Díaz et al., 2016).
El estrés laboral se define como una tensión psíquica que implica cambios fisiológicos,
existen dos tipos de estrés: distrés que la tensión psíquica que se experimenta con malestar,
y eustres que es la tensión psíquica que favorece la realización de diversas actividades. Selye
determina tres fases del estrés las cuales son: fase de alarma, fase de resistencia fase de y
agotamiento esta última fase sobre pasa los esfuerzos de la persona lo que denota los
síntomas psicosomáticos (Alfaro, 2016; Arias, 2012).
El estrés laboral, resultado de la exposición a riesgos psicosociales, afecta a todas las
profesiones y áreas de trabajo (Adanaqué-Bravo et al., 2023; Ruiz-Frutos, Adanaqué-Bravo,
et al., 2022; Ruiz-Frutos, Arias-Ulloa, et al., 2022). Provoca alta rotación de personal,
disminución de la productividad, prácticas inseguras, más accidentes, insatisfacción del
cliente y daña la imagen de la institución interna y externamente, afectando el
reclutamiento. En estadísticas se refleja que entre el 50% y 60 % de las bajas laborales se
relacionada con el estrés a nivel laboral lo que evidencia lo antes mencionado ocasionando
gran afectación a nivel de institucionalidad (Londoño, 2019).
Según datos de Eurostat, el estrés es el segundo problema de salud más frecuente entre los
trabajadores tras los trastornos musculo esqueléticos. Por ello también está aumentando la
sensibilización, a nivel internacional, sobre la necesidad de actuar frente al estrés en el
trabajo (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2004). Los sucesos vitales,
como divorcio, muerte de un cónyuge, cambios en hábitos de vida, entre otros, generan
tensiones que afectan la salud física y mental, llevando al estrés laboral. En el área
administrativa, los eventos más comunes son cambios de responsabilidades y hábitos,
mientras que sucesos como muerte de un cónyuge o amigo, y problemas con el jefe son